EL DIOS QUE YO CONOZCO

10.06. Cada escriba emplea su sistema nacional de cómputo

Los sincronismos parecen indicar que cuando se registra el ascenso de un rey de Judá en el libro de los Reyes, posiblemente tal como aparecía en los registros oficiales de Judá, esta fecha está dada según el método de Judá de contar los años de reinado; es decir, cuando la ascensión está fechada en cierto año del reinado de un rey contemporáneo de Israel, el año de reinado de ese rey israelita está calculado según el sistema usado en Judá, aun cuando ése no fuera el sistema de cómputo usado en Israel.

A veces, partiendo de esta base, el número es un año menos que el computado en Israel. Por ejemplo, la ascensión de Nadab de Israel, en el "segundo año de Asa" de Judá, ocurrió en lo que Nadab hubiera considerado el segundo año de Asa, pero que por Asa fue llamado su "año primero", porque el año que lleva el número 1 en el sistema con año de ascensión, lleva el número 2 en el sistema sin año de ascensión. Esta diferencia no existe durante el tiempo cuando los dos reinos parecen emplear el mismo sistema.

También pudiera esperarse que un escriba usara la numeración de su propio año calendario para registrar los años de un rey extranjero. Por lo tanto, este ajuste no debiera sorprendernos. Pero también podría esperarse que hiciera comenzar los años del rey extranjero con su propio día de año nuevo, así como en tiempos posteriores Nehemías computó el 20.º año del rey de Persia como si empezara en otoño, como ocurría en Judá, aunque el año persa comenzaba en primavera (Nehemías 1: 1; 2: 1).

Sin embargo pareciera que los sincronismos de los libros de Reyes no fueron computados según ese principio, porque las discrepancias que aparecen al hacer ese tipo de ajuste se evitan si se supone que el escriba o "cronógrafo" de cada reino cambió los números de los años del otro reino de acuerdo con el método usado en su propio país, pero que no cambió la fecha del comienzo del año. Es decir, este principio sólo es plausible, porque de esa manera los cálculos salen exactos.¹
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¹ Se ha sugerido que un leve cambio de tan sólo medio año en el paralelismo de los reinados de Israel y Judá al comienzo del período parecería eliminar, al menos en la parte primera, la necesidad de cambiar la numeración de años sin año de ascensión en Israel a la numeración según el método con año de ascensión de Judá, y viceversa, y sincronizaría así los años de reinado de otoño a otoño en Judá con los años correspondientes de primavera a primavera en Israel. Esto sería convincente si no existiera la prueba, en momentos cuando Judá cambió de método, de un cómputo doble (el 11.º año del reinado de Joram que corresponde también al 12.º año). Debemos considerar que el método de computar los años de reinado era diferente o aceptar la hipótesis expuesta aquí: que el número del año del reinado del rey vecino siempre era alterado para acomodarse al sistema de cómputo en uso. Sin embargo, no podemos insistir en esto como una declaración dogmática.

10.05. Cambios posteriores en el cómputo del ascenso al trono

Por el sencillo hecho de que empleando este sistema de cálculo los resultados son correctos, podemos inferir que fue el sistema usado en las primeras partes de los libros de los Reyes. Entonces, a partir de cierto momento, los sincronismos están en desacuerdo con los períodos registrados para la duración de reinados, a menos que se suponga que los reyes de Judá hubieran comenzado a contar sus años de reinado según el sistema israelita, sin año de ascensión.

Si se calculan, pues, los años a la manera israelita, se establecen los sincronismos. Este cambio podría haber ocurrido cuando ascendió al trono Joram de Judá, luego de la muerte de Josafat, o tal vez durante el lapso de la usurpación de Atalía. Algunos piensan que ella introdujo el cambio y también computó por este sistema los años de Joram en los registros oficiales.

El uso de los dos sistemas de cómputo para ese reinado podría explicar la aparente contradicción en los registros que fijan el año de ascensión de Ocozías de Judá en el 11.º año de Joram, y también en el 12.º año:

"En el año doce de Joram hijo de Acab, rey de Israel, comenzó a reinar Ocozías hijo de Joram, rey de Judá" (2 Reyes 8: 25).

"En el undécimo año de Joram hijo de Acab, comenzó a reinar Ocozías sobre Judá" (2 Reyes 9: 29).

La supuesta contradicción desaparece si se supone que las dos cifras se refieren al mismo año, el uno numerado como el 11.º por el antiguo sistema con año de ascensión, y el otro considerado como el 12.º año según el método de cómputo sin año de ascensión. Se desconoce la razón de tal cambio, pero por lógica puede atribuirse a la influencia de Israel. Es necesario notar que Joram, en cuyo reinado parece introducirse el cambio, estaba casado con Atalía, hija de Acab y de Jezabel, rey y reina de Israel.

Medio siglo más tarde los sincronismos parecen exigir otro cambio; esta vez señalan la adopción del sistema con año de ascensión por parte del reino de Israel, cuando Joás subió al trono en el 37.º año de Joás de Judá, y luego el retorno de Judá al mismo sistema cuando murió Joás, y Amasías subió al trono.

No hay nada que indique esto fuera del hecho de que, cuando así se los calcula, los reinados calzan perfectamente. Una explicación plausible de este cambio podría hallarse en la creciente influencia de Asiria, donde se usaba el sistema de cómputo con año de ascensión.

10.04. Sistemas con año de ascensión y sin año de ascensión

Los sincronismos dan evidencia de que, en los primeros años después del cisma, Judá usaba el sistema de cómputo con año de ascensión, mientras que Israel computaba los años de reinado sin año de ascensión.

Roboam y Jeroboam comenzaron a reinar más o menos al mismo tiempo después de la muerte de Salomón, y Ocozías de Judá y Joram de Israel murieron al mismo tiempo que Jehú se apoderó del reino del norte. Por lo tanto, los reinados durante este período debieran tener el mismo total de años en ambos reinos. Sin embargo, el total de años de reinado registrados para el reino de Israel es mayor que el que registra Judá. Si se verifica cada reinado desde el comienzo, se notará que esta diferencia aumenta en un año por cada rey. Esto se podría explicar si en Israel el año de la muerte de un rey llevaba dos números: el último de un reinado y el primero del siguiente, mientras que en Judá el primer año de cada reinado era el que seguía al año de la muerte del predecesor; es decir, se explicaría si Israel usaba el sistema sin año de ascensión y Judá el de cómputo con año de ascensión.

La verdad de esto puede demostrarse en casos individuales. Mientras Jeroboam de Israel fue rey durante 22 años, hubo tres reyes en Judá: Roboam durante 17 años; Abiam, por 3 años; y, Asa, hasta su 2.º año (ver tabla). La relación exacta entre estos reinados es más compleja, pero de estas cifras se desprende que no hubo una superposición de un año con cada reinado; los 17 años de Roboam, los 3 de Abiam, y los 2 de Asa en Judá suman los 22 años de Jeroboam en Israel. Se ha mostrado (diagrama y párrafo 6) que el sistema con año de ascensión es el que da un total correcto para una serie de reinados. Si Judá hubiese usado el sistema sin año de ascensión, contando el último año de cada rey también como primero del siguiente, los períodos de 17, 3 y 2 años sólo abarcarían 20 años de tiempo real transcurrido, en lugar de 22. En realidad el 2.º año de Asa fue registrado como comienzo del reinado que siguióa los 22 años de Jeroboam. Evidentemente, Judá usaba el sistema de cómputo con año de ascensión: así, al 17.º año de Roboam siguió el 1.º de Abiam; y al 3.ºde Abiam, el 1.º de Asa, etc.

También es obvio que Israel usaba el otro sistema. Durante el largo reinado de Asa de Judá, varios reyes de Israel ascendieron al trono: en el 2.º, 3.º, 26.º, 27.º, etc. de ese reinado. Las diferencias entre esos años llevarían a suponer que esos reinados en Israel fueron de 1 año, de 23 años, 1 año, etc. Pero leemos: Nadab, 2 años; Baasa, 24 años; Ela, 2 años; etc. Evidentemente aquí hay superposición. Cuando se cuenta el año de ascensión al trono como el año 1.º, cada reinado tiene un año adicional (ver diagrama y párrafo 2). Los dos años de Nadab deben sincronizarse con los años 2.º y 3.º de Asa, y los 24 de Baasa con los que van del 3.º al 26.º de Asa, si se usa el cómputo inclusivo. Más tarde encontramos lo mismo: los 12 años de Omri transcurren entre el 27.º y 38.º de Asa; y los 2 años de Ocozías, en el 17.º y 18.º de Josafat.

Ambas sucesiones sincronizan si se considera que Judá seguía un sistema e Israel otro.

10.03. El año de Judá comienza en otoño; el de Israel, en primavera

Existe evidencia bíblica de que los reyes de Judá calculaban sus años de reinado de otoño a otoño -probablemente desde el 1.º de Tishri-, no sólo en tiempos de Salomón sino también durante el reinado de Josías.

Mientras se reparaba el templo, en el 18.º año de Josías, los obreros hallaron una copia del libro de la ley. Después de leer el rollo, el rey comenzó una vigorosa reforma e hizo celebrar una gran pascua como nunca se había visto en la historia del reino dividido. La pascua caía el 14.º día de Nisán, primer mes del año religioso, que comenzaba en primavera; pero en este caso, tanto el comienzo de las reparaciones del templo como la gran pascua ocurrieron en el 18.º año (2 Reyes 22: 3, 5; 23: 23).

Ya que es evidente que todo lo descrito en esos dos capítulos no pudo haber ocurrido en las dos primeras semanas del año, es obvio que el 18.º año no comenzó en Nisán. En Judá debe haberse empleado el calendario civil que comenzaba en Tishri. El cómputo a partir del otoño daría seis meses más para los sucesos ya descritos.

Desde hace tiempo muchos eruditos han reconocido que ésta es una evidencia de que en Judá los años de reinado se computaban de otoño a otoño. Puesto que existe tal evidencia para la época de Salomón y luego para la época de Josías, no hay razón para dudar de que el año se calculó siempre así durante toda la historia de Judá. Es interesante notar que los sincronismos entre los reinados de los reyes de Israel y de Judá pueden armonizarse siempre que se calcule de otoño a otoño el año de Judá, mientras que surgen ciertas dificultades si se intenta calcularlo de primavera a primavera.

Por otra parte, aunque el texto bíblico no presenta ninguna evidencia de ello, los sincronismos entre los reinados de los dos reinos parecen indicar que en Israel se usaba el año que comenzaba en primavera. Muchos eruditos que han calculado mediante diversos métodos estos reinados, han llegado a la conclusión de que las aparentes discrepancias de los sincronismos se deben a errores del texto bíblico. Por lo tanto, no creen que sea posible lograr la armonización, ni la intentan.

Ya que el uso de un año que comenzaba en primavera para Israel, y en otoño en Judá, elimina muchas de las supuestas discrepancias, resulta más probable este tipo de cómputo de años de reinado. Hasta tanto alguien proponga un esquema mejor basado en un principio diferente, se considerará que debe preferirse este método, ya que es más "funcional".

Como razón posible de que en Israel se hubiera computado el año de primavera a primavera, se presenta el hecho de que Jeroboam, fundador del reino del norte, había sido refugiado político en Egipto, y pudo haber sentido la influencia del calendario egipcio, cuyo año nuevo rotaba por las diferentes estaciones, y que en tiempos de Jeroboam comenzó en primavera. También es posible que hubiera elegido celebrar el año nuevo en primavera en lugar del 1.º de Tishri, en otoño, meramente para diferenciarse de Judá, así como estableció un nuevo sacerdocio e inauguró una fiesta en el octavo mes para reemplazar laantigua fiesta del séptimo mes (1 Reyes 12: 30-33).

10.02. Dificultades para armonizar los reinados

Teniendo toda la información presentada en la tabla anterior, parecería fácil elaborar una cronología exacta del período de los reyes; pero muchas veces la ascensión de un rey al trono, fechada en determinado año de otro rey, no parece concordar con las informaciones dadas en cuanto a la duración de los reinados.

Diversos intentos por hacer armonizar los períodos y resolver las dificultades han dado lugar a tantas correcciones de los datos, a fin de hacerlos concordar con teorías individuales sin atenerse a los detalles del registro bíblico, que en la mayor parte de los casos el resultado ha sido una serie de conjeturas y no una cronología sistemática basada en fuentes documentales.

Pero el estudio reciente de los métodos cronológicos de las diversas naciones de la antigüedad, hecho con una multitud de documentos arqueológicos fechados de acuerdo con calendarios antiguos, ha demostrado que pueden ordenarse las informaciones presentadas en los libros de los Reyes, para formar una cronología razonable sin hacer los cambios drásticos aludidos.

Cuando se llega a los principios básicos de estos sincronismos en forma inductiva, a partir de los datos bíblicos, y se los aplica al problema, muchas de las supuestas dificultades desaparecen.

Después de haber visto (en la sección IX) los principios generales, y los métodos del cómputo de los años de reinado y sus aplicaciones específicas a los reyes hebreos, el próximo paso es explicar con ellos algunos de los puntos principales del esquema del período que se está considerando.

Evidentemente, en este resumen no se intentará hacer un análisis detallado de todos los reinados.

Las cuatro hipótesis generales se explican y aplican en las próximas entradas.

10.01. Los datos bíblicos en cuanto a los reinados

A partir de la muerte de Salomón, cuando los reinos de Judá y de Israel se separaron, los libros de los Reyes presentan a cada rey de Israel o de Judá con una fórmula fija.

Según dicha fórmula, el año de la ascensión al trono de un rey está sincronizado con el año correspondiente al monarca contemporáneo del otro reino hebreo, seguido por la duración de su reinado y -por lo general en el caso de Judá- la edad del rey en el momento de iniciar su reinado.

Nótese este ejemplo:

"En el año veintisiete de Jeroboam [II] rey de Israel, comenzó a reinar Azarías hijo de Amasías, rey de Judá. Cuando comenzó a reinar era de dieciséis años, y cincuenta y dos años reinó en Jerusalén" (2 Reyes 15: 1, 2).

La siguiente tabla de estos monarcas, ordenados según los presentan los libros de los Reyes, da la información en cuanto a la ascensión al trono y la duración de sus reinados.


9.14. Cronología tentativa

A fin de establecer una fecha para los reinados hebreos, en este estudio se ha empleado una cronología que ofrece la posibilidad de asignar por lo menos fechas AC tentativas a todos los reinados.

El sistema adoptado no sólo cuenta con armonía interna de casi todas las fechas bíblicas -tanto en los sincronismos de ascensión como en la duración de los reinados-, sino que además tiene armonía externa entre la cronología bíblica y la asiria. Sin embargo, se dejará para un momento posterior el análisis de las fechas AC de estos reinos, hasta tanto se hayan explicado las cuatro hipótesis de trabajo sobre las que se basa este sistema de poner fechas: hipótesis derivadas de una sincronización experimental de los reinados de Judá e Israel.

La mayor parte de los principios cronológicos fundamentales del cómputo de la duración de los reinados utilizados en estas hipótesis han sido usados durante décadas, y empleados en diversas combinaciones por muchos autores; pero ninguno ha tenido éxito todavía en combinarlos para obtener un plan cronológico compatible de los reyes que esté en completa armonía con todas las fechas bíblicas y con los datos asirios. Por lo tanto, la mayor parte de los autores han revisado los sincronismos de ascensión o la duración de los reinados, o bien ambos.

El valor de la combinación particular de estos principios en las cuatro hipótesis fundamentales enumeradas más abajo, consiste en que, mediante ellos como fundamento, es posible estructurar un sistema para establecer las fechas de los reinados que logre armonizar casi todos los textos bíblicos, resultado no obtenido mediante ningún otro plan de cronología de los reyes.

El método para fechar los reinados utilizado aquí, combina dos sistemas muy similares pertenecientes a dos eruditos: Edwin R. Thiele y Siegfried H. Horn.¹ Este método incorpora los principios básicos y las hipótesis empleados por ambos eruditos, y concuerda con la mayor parte de las fechas de Thiele, pero sigue la cronología de Horn más de cerca en el período en el que no concuerdan, es decir, en la solución propuesta para el problema de armonizar ciertas discrepancias en los sincronismos relacionados con el reinado de Ezequías.

Puesto que uno de estos autores ha considerado necesario suponer que hubo un reajuste editorial tardío de varios sincronismos, y el otro ha tenido que dejar un sincronismo como problema no resuelto, puede decirse que ninguno de los dos ha estructurado todavía un sistema completo de cronología de los reyes hebreos que utilice todas las fechas que aparecen en los libros de los Reyes. Sin embargo, estos dos eruditos se han aproximado a este ideal más que ningún otro experto.

De modo que, para propósitos prácticos, contamos con un sistema de cronología de los reinados hebreos que concuerda con las fechas dadas en los libros de los Reyes (con la excepción que ya hemos mencionado), y también con la cronología de los documentos históricos cuneiformes. Esto resulta posible, si los sincronismos de ascensión de Judá e Israel y la duración registrada de los reinados se interpretan a la luz de las cuatro hipótesis que siguen:

1. Que en el reino de Judá contaban los años de reinado a partir del otoño (quizá según el año civil que comenzaba con el 1.º de Tishri), mientras que en Israel se contaban los años de reinado de primavera a primavera (quizá a partir del 1.º de Nisán).

2. Que Israel comenzó a usar el sistema sin año de ascensión cuando se dividieron los reinos, después de la muerte de Salomón, pero más tarde cambió al sistema con año de ascensión; y que Judá, que comenzó con el sistema con año de ascensión, cambió al sistema sin año de ascensión para volver más tarde a su método original.

3. Que los escribas de ambos reinos, al registrar la ascensión de sus propios reyes como ocurrida en determinado año del gobernante del otro reino, parecen haber numerado cada uno el año de los reyes vecinos según el sistema usado (con año de ascensión o sin año de ascensión) en su propio país y no en el del reino vecino.

4. Que en ambos reinos las corregencias entre padre e hijo fueron más bien frecuentes, pero no se indican interregnos.

La única hipótesis que tiene apoyo bíblico, como se verá más tarde, es la primera: que en Judá se computaban los años de otoño a otoño. Las otras han sido determinadas en forma experimental. Cuando se elabora una cronología más corta del período usando esta base, los sincronismos entre los años de los dos reinos coinciden casi completamente, y así se evitan dificultades que surgen al calcular en otras formas. Estos resultados no eliminan la posibilidad de que en el futuro alguien descubra un esquema completo que sea totalmente distinto; pero, por el momento, las cuatro hipótesis enumeradas aquí parecen ofrecer la base más "funcional" para la reconstrucción del antiguo cómputo de estos reinados.
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¹ Edwin R. Thiele, The Mysterious Numbers of the Hebrew Kings [Los misteriosos números de los reyes hebreos] 1st. ed., Chicago, University of Chicago Press, 1951; 2dn. ed., Grand Rapids, Michigan: Eerdmans, 1965), una ampliación de su artículo titulado "The Chronology of the Kings of Judah and Israel" (Cronología de los Reyes de Judá e Israel), Journal of Near Eastern Studies (Revista de estudios del Cercano Oriente), III (1944), págs. 137-186, y basado en su tesis doctoral: Siegfried H. Horn, "The Chronology os Hezekiah's Reign" (Cronología del reinado de Ezequías), Andrews University Seminary Studies (Revista de estudios de seminario de la Universidad Andrews), II (1964), págs. 40-52.

Horn preparó la mayor parte de su plan independientemente de Thiele, pero llegó a las mismas conclusiones en muchos puntos y adoptó los hallazgos de este último en varios otros, aunque no concordó con él en su interpretación del período de Ezequías (Horn, op. cit., págs 45-49).