EL DIOS QUE YO CONOZCO

5.13. Basta que sean aproximadas las fechas muy antiguas

Puesto que tenemos una cronología muy definida para la parte final de la época del Antiguo Testamento, especialmente a partir de los grandes períodos proféticos, deberíamos satisfacernos con fechas aproximadas para los siglos primeros donde no hay una cronología que señale con precisión los acontecimientos bíblicos.

Probablemente no están muy erradas las estimaciones en cuanto al tiempo del éxodo y de allí en adelante.

Aun las diversas fechas del éxodo no tienen una variación mayor de dos siglos en cualquier dirección partiendo de la fecha adoptada en este estudio.

Para fechas anteriores al éxodo una desviación mucho mayor se consideraría pequeña. Podemos observar con interés los cambios en la cronología histórica para los períodos más antiguos; sin embargo parece haber poca posibilidad hasta ahora de armonizar las primeras dinastías de Egipto y Babilonia, por ejemplo, con la cronología de la Biblia, si tomamos en consideración el diluvio.

Toda la Escritura es dada por inspiración de Dios, aunque la Escritura no pretende tener el registro de toda la historia. Cada vez que se dispone de pruebas fidedignas, es animador ver cómo el registro de las Escrituras resulta vindicado como historia exacta.

La cronología, la trama de la historia, nos es dada en el Antiguo Testamento en una forma que debe ser traducida a nuestro método actual de computar el tiempo antes de que podamos aprender su significado.

La brevedad y también a veces la oscuridad de las declaraciones cronológicas nos impiden tener un conocimiento completo, pero hay suficiente información clara y exacta en períodos posteriores especialmente en el tiempo de Daniel y Esdras como para tener la seguridad de que las dificultades aparentes se deben a una falta de entendimiento de nuestra parte.

La investigación basada en la arqueología ha resuelto numerosos problemas de la cronología. Con muchas esperanzas podemos anticipar la solución de la mayoríade los problemas que quedan a medida que continúa la investigación.