EL DIOS QUE YO CONOZCO

1.08. Los calendarios reconcilian los tres movimientos

Los tres movimientos naturales que miden nuestro tiempo "no corren parejos".

Mientras nuestra tierra hace una revolución en torno del sol, la luna gira en torno de la tierra 12 veces y aproximadamente un tercio de vez y la tierra gira sobre su eje 365 veces más un poco menos de un cuarto de vez. Por lo tanto, tuvieron que idearse calendarios a fin de contar los años con un número completo de días o meses lunares.

CALENDARIO LUNAR

Un año del calendario lunar, de 12 meses, es 10 u 11 días más corto que el verdadero año solar que rige las estaciones. Por lo tanto, en un calendario lunar no reajustado, un mes estival se adelanta cada vez más hasta que coincide con la primavera, etc. Pero los babilonios, asirios, judíos, griegos y romanos mantuvieron sus años lunares en armonía con las estaciones con añadiduras periódicas al año. Los judíos, y también los babilonios, insertaban un mes lunar adicional 7 veces en cada 19 años. (Ver EL CALENDARIO HEBREO).

CALENDARIO SOLAR

El mundo de hoy usa un calendario solar sin tomar para nada en cuenta la luna. No necesitamos añadir meses extras puesto que nuestro año común, de 365 días, es sólo un cuarto de día más corto que el verdadero período del trayecto de la tierra en torno del sol, pero lo corregimos cada cuatro años (con ciertas excepciones) añadiendo un día a febrero.

Nuestro día de año nuevo cae unos diez días después del solsticio de invierno [de verano en el hemisferio sur]. Pero si abandonáramos el sistema del año bisiesto, el año nuevo se adelantaría en un día cada cuatro años. Finalmente, la concordancia de los meses con las estaciones sería notablemente diferente de lo que es ahora.

Esto es lo que sucedió al antiguo año egipcio, del cual se derivó nuestro año moderno. El calendario anual egipcio constaba exactamente de 365 días y estaba dividido en 12 meses de 30 días, más un apéndice de 5 días. La corrección del año bisiesto nunca se hizo hasta que el país fue conquistado por los romanos, menos de un medio siglo AC. Esto fue poco después de que Julio Cesar adaptara los meses romanos al año de 365 días, que adoptó de Egipto, con la adición de un día cada cuatro años.

Nuestro calendario actual esencialmente es el calendario "juliano" de César. Tiene los mismos meses, con ligeros reajustes. ¹
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¹ Los astrónomos llegaron a comprender que la inserción de un día adicional cada cuatro febreros era un poco más de lo necesário para evitar que el año calendario se adelantara constantemente en las estaciones. Puesto que se habían añadido demasiados días de año bisiesto, el año calendario estaba comenzando notablemente más tarde de lo debido. Por lo tanto, en 1582 se hizo una corrección a fin de retrasar el año calendario en diez días, para colocar el equinoccio de primavera en el 10 de marzo [hemisferio norte], fecha que se supuso que había tenido en el año 325 DC. cuando se adoptó la regla actual para calcular la Pascua de la Resurrección. El papa Gregorio XIII decretó que debían eliminarse diez días del calendario, de modo que el dia siguiente al jueves, 4 de octubre, fue llamado viernes, 15 de octubre, en vez de 5 de octubre. Aún más, a fin de evitar un error similar en el futuro, los años seculares no divisibles por 400 (como 1700, 1800, 1900, 2100, etc) no habían de ser años bisiestos. Los países católicos adoptaron inmediatamente el calendario "gregoriano", pero otros países los siguieron más tarde. Inglaterra y sus colonias en 1752, y la Europa oriental tan sólo en el siglo XX. En ningún caso se perturbó la sucesión de los días de la semana y no se "perdió" ningún tiempo, pues los días eliminados ya se habían computado erroneamente con el exceso de años bisiestos a través de los siglos precedentes.