EL DIOS QUE YO CONOZCO

13.04. Dos tablillas astronómicas fijan la cronología babilónica

Dos tablillas independientes y escritas en la época cuando se observaron los fenómenos, dan por separado datos astronómicos de todo un año que nos resultan de un valor inestimable. La primera de ellas, del año 37 de Nabucodonosor, contiene una serie de observaciones que van desde el 1.º de Nisán (día de año nuevo en Babilonia) del año 37, hasta el 1.º de Nisán del año 38 (véase 11.01. La tablilla astronómica del 37.º año de Nabucodonosor).

Podría haber algún error si no existiera más que la fecha de una sola observación astronómica, pero los astrónomos modernos nos dicen que una combinación de observaciones como las que aparecen en esta tablilla, con referencia a las posiciones del sol, de la luna y de los planetas, todos los cuales se mueven en diferentes ciclos, puede ubicarse con precisión sólo en un año determinado. El año 37 de Nabucodonosor fue, sin lugar a duda, el año babilónico de calendario lunar que comenzó el 23 de abril de 568 AC (con mayor precisión, 22/23 abril, de puesta de sol a puesta de sol) hasta el 12 de abril de 567 AC. De este modo, se puede ubicar el primer año completo, o sea el primer año oficial del reinado de Nabucodonosor en 604/03 AC, de primavera a primavera. Esto permite fijar todos los años de su reinado.

El segundo documento de esta clase contiene una serie parecida de datos astronómicos calculados que fijan el 7.º año de Cambises como el año babilónico que va del 7 de abril de 523 al 26 de marzo de 522 AC. Los cómputos modernos confirman la corrección de este cálculo. Los reyes persas, siendo también reyes de Babilonia, adoptaron el calendario babilónico. Esta tablilla del reinado de Cambises es especialmente interesante porque entre otros datos consigna un eclipse (que se calcula que ocurrió el 16 de julio de 523 AC) que es idéntico al que Tolomeo ubica en el mismo 7.º año. Así los dos antiguos sistemas cronológicos -el de años solares egipcios, usado por Tolomeo, y el de años lunares, de los persas y babilonios- convergen en un punto fijo en la escala AC, y el uno en relación con el otro.